Si estás buscando un nuevo empleo, ascender en tu empresa o cambiar de rumbo profesional seguro que te has tenido que enfrentar a eso que llamábamos Currículum Vitae y que ahora solemos llamar “perfil de LinkedIn”.
Muy probablemente has empezado a repasar todos esos cursos, talleres, masters, proyectos, que has ido completando pero que no estaban en ese perfil. Has empezado a revisar calendarios y ficheros para poder demostrar lo más rotundamente posible toda tu experiencia y formación. Todo esto es muy válido pero ¿has incluido el gran valor que puedes aportar a la empresa?.
Si atendemos a lo que dice uno de los que más saben del futuro laboral, el Fondo Económico Mundial (FEM) hay 10 competencias y habilidades que serán necesarias para las personas que busquen empleo en 2020: resolución de problemas complejos, pensamiento crítico, creatividad, manejo de personas, coordinación con los demás, inteligencia emocional, juicio y toma de decisiones, orientación de servicio, negociación y adaptabilidad.
Esto pone el foco en el sistema educativo, en cómo revisarlo para hacerlo coherente con las necesidades reales de las empresas pero…¡No puedes volver a pre-escolar para empezar de cero!. Necesitas revisar lo que ya tienes, darte cuenta del valor que aportas y destacarlo. Y también necesitas entrenar lo que está más débil. La pregunta es: ¿y eso dónde se estudia?
Pues la buena noticia es que se estudia…en todas partes. Muchas de estas competencias las vas practicando en entornos diferentes, con equipos, grupos, familia, etc. La clave está en tu actitud frente a nuevos retos, tu capacidad de adaptarte e ir aprendiendo de manera continua. Es lo que el filósofo Jose Antonio Marina llama “learnability”
Learnability es el deseo y la habilidad de aprender rápida y eficazmente.
“Una persona, una organización, una empresa o una sociedad entera necesitan para sobrevivir aprender al menos a la misma velocidad con que cambia el entorno. Y para progresar, necesitan hacerlo a más velocidad”
La cuestión es ¿qué necesitas tú para aprender?, ¿qué necesitas creer y qué tendrías que dejar de creer?, ¿qué cosas pueden ayudarte?
Esto daría para un proceso de coaching ejecutivo pero por no alárgame y dejarte algo con lo que empezar te invito al menos a:
Practicar la flexibilidad: cambia rutinas diarias, ve al trabajo por otro camino, prueba una comida distinta, lee un periódico distinto o busca un dial diferente. Entrena con cosas caseras tu capacidad de adaptarte al cambio y de dejarte sorprender.
Comunicarte con eficacia: busca la mejor forma de comunicarte con otras personas, con tu equipo, con tus clientes. Preocúpate de comunicar según su mapa y no sólo el tuyo. Entrena así tu capacidad de comprender y explicar. Socializarse, abrirse a nuevos entornos y formas de pensar es una de las mejores maneras de aprender, porque dejas de ser la única fuente de información y aprovechas los aprendizajes de otros.
El valor añadido que necesita la empresa no es lo que has hecho, sino lo que eres capaz de hacer.
0 Comments